sábado, 9 de mayo de 2009

"Alumbramiento" de Víctor Erice



Aprobecho para quitarle un poco el tinte localista al blog, y mirar hacia fuera, a todo un maestro como Víctor Erice y este corto.
Disfrutadlo.

5 comentarios:

  1. Disculpa Ramón mi ignorancia, pero no he comprendido del todo el reportaje... si me hicieses una breve síntesis del mensaje a trasmitir por el señor Erice, me harías feliz :)

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  2. Pues yo creo que habrá que reflexionar con las pistas que da ¿por qué se queria morir? (como le pregunta la señora) de todas formas supongo que cada uno tendrá una lectura muy diferente debido a la cantidad de simbolos (políticos, religiosos, temporales, sociológicos, etc.) que muestra...

    Que opinas Ramón? jejeje

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  3. Habla de muchas cosas, pero el tema principal es el del nacimiento (ya lo dice el título), mostrado a través del lazo que une a un niño con su madre antes de nacer, el cordón umbilical.
    En lugar de mostrar un parto, para hablar del nacimiento, Erice, retrata un "accidente" (debido a una mala sutura del cordón), para a la vez, con su ritmo (al que ya no estamos acostumbrados, y menos nosotros que somos generación MTV), nos retrata a toda la familia, e incluso su historia (mediante las fotos de la pared), y te lo situa todo en el tiempo (con el periódico del final).

    hay montón de símblos, uno muy evidente el de la serpiente y la manzana, y una parte que para mi es genial , la del suicidio, como montando un plano en el que el chico teje una trenza, con los pies de la niña en el columpio, piensas que se a ahorcado...

    Luego sigo, porque da para mucho...¿que pensais?

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  4. Bueno, siempre se ha definido el trabajo de Víctor Erice como poesía visual y creo que este corto es una buena muestra. Supongo que de analizalo habría que hacerlo desde las claves del lenguaje poético. Simplemente verlo es ya un placer.

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  5. Erice es un tipo peculiar, ya no estamos preparados para ese tipo de cine, y menos los que somos de la generación MTV, que podemos aguantar bombardeos de imágenes estridentes sin desfallecer, es mas, el cuerpo nos pide velocidad.
    Pararse a ver piezas así, en las que el tiempo parece detenerse, es un placer, y además sirve de terapia (para todo tenemos mucha prisa, y eso no es sano).

    Un saludo

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